El estudio de la difusión de la tecnología ha tenido siempre un gran interés para los emprendedores y para quienes nos dedicamos a la innovación. Sin embargo, desde que en los 60 con la obra de Everett Rogers The Diffusion of Innovations el tema pasara a un primer plano de las ciencias sociales, los estudios realizados se han centrado en la dimensión temporal. Se asumía que la distancia física no constituía un impedimento a la difusión y que, por lo tanto, no era un factor a tener en cuenta.
Interacción de los agentes de difusión
Esta suposición ha sido desmentida por el reciente trabajo de Diego Comin, Mikhail Dimitriev y Esteban Rossi-Hansberg The Spatial Diffusion of Technology. En él demuestran, con datos de 161 países a lo largo de 140 años de historia, que la distancia desde el foco de creación de una tecnología afecta sustancialmente a su adopción. Su modelo, que replica muy bien los datos, considera que la difusión se debe a la interacción de agentes de difusión y que la probabilidad de los contactos entre ellos disminuye con la distancia al origen de la innovación.
Esta disminución es muy marcada: para la media de las tecnologías estudiadas el número de contactos disminuye en un 73% por cada 1.000 kms. de distancia a la fuente. Como cabe esperar, su modelo indica que la influencia de la distancia en la difusión desaparece con el tiempo ya que todas las tecnologias acaban teniendo una distribución homogénea.
Efecto de la distancia en la difusión
A mi juicio, sin embargo, lo más interesante del estudio es la comparativa del efecto de la distancia en la difusión como función de las diversas tecnologías estudiadas. Así, mientras tecnologías de la revolución industrial del siglo XIX aplicadas en fundición de acero o en la expansión del uso de tractores en la agricultura están muy influenciadas por la distancia geográfica a su origen, las propias de la era del conocimiento como los ordenadores, los teléfonos móviles o internet, presentan unas barreras geográficas muy inferiores.
Esta es una prueba más de que nuestro mundo se está contrayendo. Los conocimientos no sólo se difunden y aplican mucho más rápidamente ahora que en el pasado, sino que la distancia geográfica entre paises o continentes no es obstáculo para esa propagación.
Estamos en un mundo globalizado en donde la inmediatez de las comunicaciones y el aumento exponencial de las posibilidades de interacción que ofrecen las redes sociales derriban todas las barreras que antes enfrentaba la innovación: tiempo, distancia, idiomas o fronteras.
Los emprendedores e innovadores deben de tomar nota: si sus proyectos no nacen con vocación universal, pronto se verán barridos por otros más conscientes de que nuestro mundo se está contrayendo.
Escrito por: José Luis Iribarren
Acertadísima recomendación final a nuestros innovadores, José Luis. La subscribo al cien por cien. Impulsaré su adopción en nuestros nuevos productos.