Salir a la calle a mediodía este verano se está convirtiendo en un acto heroico y arriesgado: exponerse a vientos asfixiantes y temperaturas mortales que alcanzan máximos históricos de 45 grados en algunos puntos del país y obligan a uno a volver lo más rápido posible a casa y… poner el aire acondicionado. El comienzo del verano ha traído a España una serie de olas de calor africano que han disparado el consumo energético de nuestros hogares un 6%, especialmente en las horas centrales del día, las horas punta en verano.
Si queremos saber cómo se traducen estos ‘golpes de calor’ de nuestros termómetros en picos de consumo energético en nuestro país, podemos consultar la demanda de energía en tiempo real en la página web de Red Eléctrica Española. Lo que es transparencia absoluta en la gestión de la energía: saber cuánto gastamos a cada hora del día. Por ejemplo, el pasado 7 de julio, el calor provocó un pico de consumo de 40.002 megavatios (MW) a las 13:30 h, una cifra que se aproxima al récord registrado otros veranos y que superó incluso la previsión estimada para ese día.
Jugar con estos datos es primordial para anticiparse a las necesidades de la población y para configurar el mapa energético en el futuro, haciendo una previsión de la demanda a partir de periodos precedentes similares. Este verano va a haber más olas de calor, y hay que estar preparados, tanto nosotros en nuestros hogares como los que están al pie del cañón, haciendo frente a nuestra demanda de energía, en Red Eléctrica Española.
Para ello, un elemento clave de esta preparación es la predicción de la energía, una estimación de cuándo es posible incorporar mayor recurso eólico, a qué hora se produce mayor demanda en nuestros hogares, cuándo ponemos el aire debido a olas de calor, etc. Unos datos nada irrelevantes, si tenemos en cuenta que se estima que las olas de calor van a ser cada vez más frecuentes debido al calentamiento global.
En definitiva, es importante que tengamos estos datos presentes, puesto que afectan al precio de nuestra factura de electricidad, y conviene seguir una serie de recomendaciones para gestionar la energía de forma más eficiente, contribuir al ahorro energético y utilizar energías renovables en vez de otras más caras y contaminantes, que emiten mayor CO2.
En España, la eficiencia energética es una de las grandes desconocidas. El ahorro energético empieza a calar hondo en nuestra sociedad, más como un factor de control del gasto que por un asunto de sostenibilidad. Nosotros nos dedicamos al cambio de calderas de condensación, sentimos que estamos trabajando en un sector pionero en cuanto a la eficiencia energética. Precisamente en lo que respecta al tema del calentamiento global y el ahorro de los gases de efecto invernadero. Debemos integrar en nuestra ideología ciudadana la necesidad de anticipar los gastos energéticos como ha expuesto a la perfección Julia Díaz. Enhorabuena por el artículo.
Hola Roberto,
gracias por tu aportación y por tu amable comentario acerca del artículo.